Seguro que conoces los molestos síntomas de la tortícolis. Cuando se inflaman los músculos del cuello apenas podemos movernos sin parecer un robot.
Las causas pueden ser muy variadas, desde un movimiento brusco del cuello, una mala postura al dormir, estrés, etc.
¿Qué puedes hacer para dormir sin este dolor de cuello tan molesto y cómo prevenirlo?
1. Dormir con la almohada y el colchón adecuados. Es fundamental que las firmezas del colchón y de la almohada sean lo más homogéneas posible. Que el cuerpo esté alineado a la hora de dormir es fundamental para que no tengamos el desagradable dolor de la tortícolis al día siguiente. Si el colchón que tenemos es viejo, puede ser que haya perdido la firmeza original, lo que puede hacer que durmamos en posiciones incómodas que no favorecen nuestro descanso. Del mismo modo la almohada debe favorecer la relajación del cuello y cabeza, y estar en armonía con el colchón para que nuestro descanso sea perfecto.
2. La postura en la que dormimos también es importante. Lo que queremos cuando sufrimos de dolor es que nuestro cuello esté lo más relajado posible. La mejor postura para aliviar nuestros males será dormir de lado, en posición fetal. Debes evitar dormir boca abajo, ya que esta postura es la más desaconsejable para mantener nuestra columna vertebral recta.
3. Realiza periódicamente ejercicios para fortalecer y tonificar los músculos del cuello.
a) En primer lugar haz un estiramiento lateral. Intenta poco a poco y muy lentamente tocar el hombro con la oreja, ejercitando este movimiento en ambos lados.
b) Haz rotaciones de izquierda a derecha, pero parándote en el centro.
c) Para terminar, flexiona el cuello hacia delante, tratando de aguantar un poco la posición.
d) Repetir estos ejercicios varias veces al día, para sentir mejoría.
4. Relajarte antes de irte a dormir y cuidar que el dormitorio tenga las condiciones idóneas para descansar (sin ruidos, temperatura adecuada, oscuridad), harán que te olvides de tu dolor de cuello.