Dormir bien es fundamental para cuidar de nuestra salud. Mientras dormimos nuestro cuerpo se regenera y nos recargamos de energía para afrontar el nuevo día, pero dormir sin interrupciones puede resultar complicado para personas que sufren de dolor de espalda.
Algunos gestos cotidianos pueden ser los responsables de tus molestias de espalda. Te vamos a ayudar a identificarlos y dar algunas recomendaciones para rectificarlos.
1. Dejar caer el peso hacia delante. A veces sin darnos cuenta dejamos caer los hombros hacia delante, lo que hace que nuestra espalda se tense y nos termine doliendo. La espalda estaría más relajada echando los hombros hacia atrás, sacando pecho, y encogiendo un poco el abdomen.
2. Aunque llegues muy cansado a casa no te tires en el sofá. Tirarse en el sofá de cualquier manera hace sufrir a las cervicales y a la zona lumbar. Mantén una postura cómoda cuando te sientes, apoyando la espalda en el respaldo, y apoya los pies en el suelo sin forzar las rodillas.
3. No sobrecargues hombros y cervicales mientras lees. Inclinar la cabeza más de lo necesario mientras leemos o utilizamos el móvil puede pasarnos factura con dolores de espalda. Intenta subir el libro, la tableta o el móvil a la altura de los ojos para corregir la postura. Si hablas por el móvil, intenta no sostenerlo con la cabeza y el hombro, cógelo mejor con la mano o utiliza el manos libres.
4. Antes de dormir relaja tu espalda poniendo las piernas en la pared. Échate en la cama o en el suelo y pon tus glúteos pegando a la pared, sube las piernas, y mantenlas un tiempo sin tensionar los músculos. Te puedes ayudar abriendo los brazos en cruz.
5. Al dormirte pon la punta de la lengua en el paladar. La mala oclusión que hace la mandíbula mientras dormimos puede ser la causa de nuestros problemas cervicales. A veces la tensión hace que apretemos nuestros dientes, y este truco nos puede ayudar a relajar la mandíbula.
6. Haz un ejercicio de respiración. Inhala aire hasta contar cuatro, retenlo hasta contar siete, y expúlsalo contando hasta ocho. Este ejercicio te ayudará a conciliar mejor el sueño.
7. Escoge un edredón ligero tipo nórdico para dormir por la noche cuando hace frío. El peso de las mantas te puede molestar si tienes dolor de espalda.
8. Recuerda que la postura más anatómica es la de dormir en posición fetal. Evita dormir bocabajo, ya que el cuello y la cabeza rotarán hacia un lado, si duermes bocarriba, ponte un cojín en las piernas si sufres de lumbago.
9. Invierte en un equipo de descanso adecuado para ti. Un colchón, una base y una almohada que no sean ni muy firmes ni muy blandas, para mantener nuestro cuerpo recto y firme mientras dormimos, van a hacer que nuestro descanso sea reparador y sin interrupciones.