Cuando decidimos comprar una base para nuestro colchón lo normal es que nuestra primera opción sea un somier, una base tapizada, o un canapé fijo, aunque la opción de elegir una base articulada está cada vez más presente entre nuestros clientes.

La conciencia de la importancia del descanso sobre la salud y el bienestar general, hace que se le preste especial atención a los artículos de descanso que adquirimos. Ya no nos conformamos con que cumplan su función, además  queremos que tengan un plus de confort y diseño que nos haga sentir mejor.

Hasta hace poco la idea que teníamos de base articulada era la de un cachivache que ayudaba a acotarse o a incorporarse a las personas de movilidad reducida, o a las personas mayores. Ahora esa idea ha quedado desfasada, y adquirir una base articulada es más común de lo que piensas.

Tipos de bases articuladas

*Con sistema manual; son aquellas que tienen un sistema de articulación que se acciona de forma manual. El mecanismo se acciona levantando el somier hasta la posición deseada y queda encajado mediante un click. Y cuando queramos bajarlo de nuevo tendremos que levantarlo hasta que se elimine la sujeción y bajarlo para abajo. Este mecanismo no es el más solicitado, ya que puede resultar incómodo y más si la persona tiene problemas de movilidad.

*Con sistema eléctrico; son las que poseen uno o varios motores. La misma persona que está acostada puede cambiar la posición de la cama con un mando. Por su comodidad son las más solicitadas.

Tipos de estructuras

*Somieres; son los más usuales. Se suelen componer de una estructura metálica y un somier articulado.

 

*Canapés; pueden ser individuales o de matrimonio. Los canapés de matrimonio pueden ser:

a) De un cuerpo, el canapé es un solo cajón y un solo somier.

 

b) De dos cuerpos, el canapé es un solo cajón con dos somieres que se accionan independientemente.

 

c) Duo, se trata de dos cajones y dos somieres independientes.

 

¿Qué es importante para elegir una cama articulada?

1. El bastidor. Los hay de madera o metálico. Las calidades son similares, aunque los de madera son más estéticos y más idóneos para las personas que buscan productos naturales.

2. Las láminas. A mayor número de láminas el soporte es mayor. Las láminas suelen ser de chopo o de haya.

3. Los tacos. Son los que sostienen las láminas del somier, pueden ser fijos o basculantes, cuánto más basculantes sean (flexibles), mayor será la adaptabilidad del somier a nuestro colchón y consecuentemente tendremos mayor grado de confort.

4. El tipo de accionamiento. Las camas articuladas suelen tener distintos tipos de accionamiento. Pueden plegarse hacia arriba y pueden elevar o disminuir la altura de la cama con respecto al suelo, ideal para ayudar a incorporarse a las personas que tengan problemas de movilidad. También suelen tener un mecanismo que incorpora las piernas por encima del corazón, para favorecer la circulación sanguínea.

 

El paso del verano al otoño hace que todo sea más gris. El fin de las vacaciones, la rutina del día a día, la bajada de las temperaturas y la reducción de las horas de luz, hacen que en esta época del año te encuentres un poco más decaído de lo normal.

El hecho de que anochezca antes y el reciente cambio de hora hacen que nuestro organismo sufra de un reajuste hormonal. Al haber menos horas de luz solar, la cantidad de dopamina y serotonina (hormona de la felicidad) descienden, mientras que la melatonina (la hormona del sueño) aumenta. Los síntomas más comunes es que tengamos pocas ganas de hacer cosas, y experimentemos una especie de tristeza de la que no sepamos bien su origen. La falta de concentración, problemas para dormir por la noche, trastornos alimenticios y la irritabilidad suelen acompañar a la astenia otoñal.

¿Qué puedes hacer para sentirte con más energía?

1. Aprovecha las horas de luz para salir a pasear y hacer un poco de deporte. Cuándo nos ejercitamos suben los niveles de dopamina y serotonina, lo que hace que nos sintamos más activados.

2. Lleva una alimentación equilibrada. En esta época del año, además de seguir disfrutando de las frutas y verduras, apetece incorporar a nuestra dieta productos tan saludables como son las legumbres.

3. Márcate objetivos diarios y cúmplelos. Tanto en el trabajo como en tu tiempo libre, fijar un objetivo y cumplirlo en el plazo que te has puesto hace que te pongas las pilas y te sientas más satisfecho contigo mismo.

4. Desconecta de todo cuando de dormir se trata. Entrar en modo noche y hacer actividades que nos relajen y nos inviten a descansar bien por la noche como por ejemplo escuchar música. Ten presente que el otoño es una estación del año magnífica para dormir ocho horas del tirón, lo que hace que el sistema inmunológico se refuerce.

 

Este fin de semana toca atrasar los relojes una hora. La noche del sábado, cuando el reloj marque las 3 de la madrugada, serán las 2. Pero, ¿qué trae de bueno este cambio? Además de ahorrar energía eléctrica este cambio nos permitirá disfrutar de nuestro colchón una hora más. :)

Aunque el cambio horario de otoño no nos afecte tanto como el de primavera, que nos quita una hora de sueño, sí que altera de alguna forma la relación que tenemos con la luz natural influyendo en nuestro ciclo circadiano y a la producción de melatonina, sustancia que nos ayuda a regular nuestro sueño .

Aunque hay personas más sensibles que otras a este cambio, sobre todo los niños y los ancianos, es normal que muchos nos encontremos un poco descolocados con respecto al sueño y suframos cansancio y fatiga los días posteriores.

¿Qué podemos hacer para que el cambio de hora nos afecte lo menos posible?

1. Irnos a la cama un poco antes los días previos al cambio horario. Si  nos vamos acostumbrando a la nueva situación de forma paulatina, llevaremos mejor el nuevo horario.

2. Hacer ejercicio físico moderado, ya que está demostrado que la actividad física influye de manera positiva en nuestro sueño mejorando los ritmos del cerebro y concentrando la secreción de serotonina.

3. Evitar las comidas copiosas para cenar. Llevar una alimentación ligera y saludable en las cenas hace que durmamos mejor.

4. Tener paciencia hasta que volvamos a coger nuestro ritmo natural de sueño, en adultos suele ser de dos o tres días, pero si tienes niños, te acordarás más de una vez de quién tuvo la idea de hacer estos cambios de hora:) , ya que puede que tarden un poco más en adaptarse al nuevo horario.

 

A la hora de dormir hay muchos factores ambientales que influyen en la calidad del sueño. Que la habitación donde durmamos esté lo más oscura posible, que apenas haya ruido, o que la temperatura esté entre los 15ºC y los 22ºC son cuestiones importantes para que nuestro sueño sea largo y reparador. Pero, ¿cómo repercuten los olores en nuestro descanso?

El olfato es quizás el sentido que menos cuidamos cuando de dormir se trata, aunque los expertos aseguran que los olores pueden ser un remedio efectivo, saludable y natural para ayudar a conciliar el sueño.

Pero, ¿sabías que una vez ya dormidos nuestra capacidad de oler desaparece? Diferentes estudios han concluido que cuando dormimos nuestra capacidad para captar olores reales se anula, aunque si es posible que soñemos con ellos. Si alguna vez has tenido la sensación de despertar porque estás oliendo a café, seguramente es porque ha coincidido que tu olfato ha captado el olor en el momento de despertarte. De esta forma si utilizamos aromas para dormir mejor, éstos serán efectivos solo en el tiempo antes de quedarnos dormidos.

Es fundamental que cuidemos los momentos antes de irnos a la cama, sobre todo si tenemos problemas de insomnio. De la misma forma que nuestro cuerpo se mantiene alerta cuando hace calor o frío excesivo, o cuando dormimos la primera noche en una cama extraña, al percibir un olor que no nos agrada nuestro cuerpo reaccionará de alguna manera perturbando las primeras fases del sueño.

Un aroma agradable en nuestra habitación puede ser  muy efectivo a la hora de combatir el insomnio. Los expertos coinciden en que los aromas más efectivos son el de lavanda y jazmín, mientras que olores como el sándalo, la rosa y el azahar ayudan a la relajación y proporcionan una agradable sensación de bienestar.

 

Con el cambio de estación y de temperatura es normal que los resfriados y la gripe estén a la orden del día, pero ¿sabes cuál es la mejor prevención o remedio para combatirlos? Efectivamente, dormir, como decían nuestros abuelos es la mejor medicina.

El sistema inmunológico hace que nuestras defensas se activen mientras dormimos ante cualquier ataque vírico o bacteriano, por eso muchos médicos incluyen en sus recetas reposo en la cama como terapia extra a su tratamiento.

Un estudio realizado en la universidad de Pittsburgh demuestra que las personas que duermen menos de siete horas, tienen tres veces más probabilidad de resfriarse o enfermar de gripe que las que duermen al menos ocho horas. Así que mantener todo el año una higiene del sueño saludable, nos puede ayudar a no padecer de gripe ni resfriados.

Pero, ¿cómo podemos conciliar el sueño cuando ya estamos enfermos?

1. Algo muy molesto a la hora de dormir es la congestión nasal debido a la mucosidad. Disponer de varias almohadas que nos ayuden a tener la cabeza elevada mientras dormimos, nos va a permitir que las fosas nasales se abran y podamos respirar mejor.

2. Mantenernos hidratados para favorecer la fluidez de la mucosidad. Beber al menos 2 litros de agua diarios ayudará a nuestro organismo a recuperarse más pronto.

3. Mantener humidificado el ambiente del dormitorio nos permite a respirar mejor y así tener un sueño más reparador.

4. Si la tos es otro factor que no te deja descansar, tomar un té caliente de jengibre, limón y miel te ayudará a eliminar ese molesto síntoma del resfriado y conseguirás dormir toda la noche.

5. Y por supuesto, sigue las recomendaciones de tu médico.

 

El calor que genera nuestro cuerpo mientras dormimos puede que reste calidad a nuestro descanso. Un colchón que no ventila nos devuelve el calor que nosotros transmitimos, mientras que si ventila bien, regulará nuestra temperatura, ayudándonos a dormir mejor. Los materiales de los que consta el colchón son claves para conseguir una ventilación correcta. La composición de los acolchados, que son las primeras capas que están en contacto con nuestra piel, cumple un papel fundamental en la transpiración del colchón.

Muchos de nuestros colchones, como es la línea NUCOL, tienen el sistema Outlast. La cara de verano dispone de tapicería exclusiva con tejido Outlast®. El sistema Termoregulador Outlast® es un producto tecnológico de última generación que reduce el sobrecalentamiento y el sudor, usando para ello la tecnología Adaptative Comfort®, absorbiendo el calor corporal excesivo y desprendiéndolo cuando se necesita. Además consigue proporcionar una compatibilidad térmica con el compañero, adaptándose en todo momento a tus necesidades térmicas, ayudándote a dormir más profundamente. Por otro lado, la cara de invierno está fabricada con tejido strech, consiste en una tela de punto entrelazado con fibras muy elásticas, material  que genera una alta transpiración generando un continuo paso de aire imperceptible, garantizando que nuestro colchón se encuentre siempre bien aireado y libre ácaros, humedades y malos olores.

Además de asegurarte de comprar un colchón de calidad, fabricado con materiales de última generación, es importante seguir unas rutinas de limpieza que ayudarán a que nuestro colchón se mantenga en buen estado por más tiempo.

1. Quita la ropa de la cama y deja que el colchón respire. Si es posible, abre todas las ventanas y deja que la luz solar atraviese la ventana hasta el colchón. La luz del sol eliminará muchos gérmenes y bacterias de forma natural.

2. Aspira el colchón, además de eliminar el polvo y los ácaros que se acumulan, ayudarás a que los tejidos tengan una mejor transpiración.

3. Lava la ropa de cama cada semana, esto ayudará a mantener tu colchón como el primer día.

 

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