La firmeza y la transpiración son claves a la hora de elegir un colchón que se adapte a nuestra morfología corporal y a nuestros hábitos de sueño.

¿Cómo duermes?

Si duermes boca abajo, te conviene un colchón de firmeza media. Es la peor postura para dormir debido a que al girar la cara las cervicales no reposan rectas, por eso el colchón no debe ser ni muy firme, porque haría demasiada presión en las cervicales al no dejarse adaptar, ni muy suave, porque el tronco se hundiría demasiado formando un ángulo con las cervicales.

Si duermes boca arriba, sobre la espalda, lo mejor para ti son los colchones duros, de gran firmeza.

Si duermes de lado, lo mejor es un colchón de menor firmeza, que permita al hombro hundirse levemente, hasta encontrar una posición cómoda.

¿Cuánto pesas?

Si pesas bastante, necesitarás colchones firmes, que ofrezcan buena sujeción. En un colchón blando te hundirías en exceso.

Las personas de menor peso necesitan también colchones de mayor flexibilidad, que se adapten a su forma para repartir mejor el peso.

¿Te mueves mucho?

Si te mueves mucho mientras duermes te conviene un colchón algo más duro que te permita girarte sin esfuerzo. En un colchón blando te hundirías demasiado, y te costaría girar, lo que resulta incómodo. 

¿Pasas calor?

Si pasas calor, sudas con facilidad o vives en un lugar cálido, los colchones de muelles pueden convenirte más, pues se ventilan mejor y son más frescos.

Si eres friolero o vives en un lugar fríolos modelos de espuma, de látex o de material viscoelástico guardan más el calor.

El novedoso Sistema Nucol hace que este problema quede resuelto, ya que se trata de un diseño que funde lo mejor de los muelles, como es la transpiración, y lo mejor del viscoelástico como es la adaptabilidad.

 

 

Tras el regreso de las vacaciones, es muy común que las personas puedan sufrir el llamado estrés o síndrome post-vacacional, que consiste en un proceso que se vive al readaptarse a las obligaciones cotidianas después del período de descanso, lo que puede generar problemas tanto a nivel físico, como emocional. Pueden aparecer síntomas como falta de interés, irritación, nerviosismo, tristeza, fatiga, falta de apetito, dificultad para la concentración y trastornos del sueño.

El insomnio y la hipersomnia son algunos de las complicaciones que se producen al momento de retomar la rutina tras el descanso estival y que puede afectar las relaciones personales y laborales.

El sueño produce falta de productividad, impuntualidad, la gente se levanta con menos energía, afecta la concentración y también provoca irritabilidad, lo que claramente influye en la manera en que llevamos las relaciones personales y laborales. Este problema afecta tanto a adultos como a niños.

Para evitar este problema tan común en las personas, uno de los principales consejos es programar el regreso de las vacaciones con tiempo, con el fin de poder retomar paulatinamente la rutina y que el cambio no sea tan abrupto. También es importante respetar las horas de sueño, retomar las actividades laborales progresivamente, dando prioridad a lo más urgente, organizar el tiempo libre para tener espacio a actividades recreativas y moderar el consumo de cafeína.

Con respecto a los niños, es recomendable que los padres fomenten los aspectos positivos de la vuelta al cole y ayuden a sus hijos a recuperar la rutina escolar, por lo menos una semana antes de empezar el colegio, para adaptarse al nuevo horario de manera gradual y que el retorno no sea tan duro.

Una actitud optimista y positiva ayudará a superar este periodo de adaptación de una forma más rápida y llevadera.

No olvides que después de las vacaciones tu cuerpo necesita descansar.

 

¿Conoces las etapas del sueño?, ¿cómo se comporta nuestro cuerpo y nuestra mente mientras dormimos?, ¿Por qué a veces no recordamos nuestros sueños y otras si?, ¿Cómo varía nuestro sueño según la edad?. Aquí os dejamos algunas claves.

 

Etapa 1 es el sueño liviano cuando se entra y sale del sueño y se puede despertar fácilmente. En esta etapa, los ojos se mueven lentamente y la actividad muscular se enlentece. Durante esta etapa, muchas personas experimentan contracciones musculares repentinas precedidas de una sensación de estar cayendo.

 

En la etapa 2, el movimiento de ojos se detiene y las ondas cerebrales se vuelven más lentas con sólo un estallido ocasional de ondas cerebrales rápidas.

 

Cuando una persona entra en la etapa 3, ondas cerebrales extremadamente lentas llamadas ondas delta se intercalan con ondas más pequeñas, más rápidas.

 

En la etapa 4, el cerebro produce ondas delta casi exclusivamente. Las etapas 3 y 4 son referidas como sueño profundo, y es muy difícil despertar a alguien de ellas. En el sueño profundo, no hay movimiento ocular o actividad muscular. Es cuando algunos niños experimentan mojar la cama, caminar dormidos o terrores nocturnos.

 

En el período REM, la respiración se hace más rápida, irregular y superficial, los ojos se agitan rápidamente y los músculos de los miembros se paralizan temporalmente. Las ondas cerebrales durante esta etapa aumentan a niveles experimentados cuando una persona está despierta. También, el ritmo cardíaco aumenta, la presión arterial sube, los hombres experimentan erecciones y el cuerpo pierde algo de la habilidad para regular su temperatura. Es el tiempo en que ocurren la mayoría de los sueños, y, si es despertada durante el sueño REM, una persona puede recordar los sueños. La mayoría de las personas experimentan de tres a cinco intervalos de sueño REM cada noche.

Los niños pequeños pasan casi el 50% de su tiempo en sueño REM. Los adultos pasan cerca de la mitad del tiempo que duermen en la etapa 2, cerca del 20% en REM, y el otro 30% se divide entre las otras tres etapas. Los adultos más viejos pasan progresivamente menos tiempo en el sueño REM.

 

 

Para la limpieza y el mantenimiento del  colchón hay que poner en práctica una serie de pasos básicos para lograr que los colchones se mantengan como el primer día.

 

 -Hay que airearlo con cierta asiduidad y girarlo para evitar su deformación,

 

 -También es conveniente realizar su limpieza empleando periódicamente  un higienizador de colchones, que filtra un 99,97%

de los ácaros y gracias a una luz UV esteriliza por completo su colchón.

 

-Siga las instrucciones del fabricante y lea atentamente cualquier guía de mantenimiento. Siempre hay que quitar la funda de plástico, ya que puede dar lugar a condensación y humedad.

 

- Aireación: Si cada día hacemos la cama nada más levantarnos, el colchón no podrá transpirar y comenzará a acumular olores. Además, en temporadas como la de verano, cuando la temperatura es más alta, es conveniente realizar diariamente esta aireación de treinta minutos a una hora aproximadamente. Abra las ventanas de la habitación para una mejor aireación .Cada día al levantarse, deje la cama sin hacer unos 20minutos o más en el verano, para evitar la acumulación de olores y que pueda transpirar.

 

 -Proteja el colchón con una funda; debe ser de calidad y lavable, las hay también tratadas con un agente anti bacteriano que detiene la proliferación de hongos y ácaros, ideal para las personas que sufren de asma.

 

 -Limpiarlos periódicamente para eliminar los restos de polvo. Se aconseja no mojar nunca un colchón, frote con un detergente suave usando un trapo húmedo. No se debe lavar en seco porque las químicas usadas pueden dañar las materiales del relleno.

 

- Dado que todas las partes de nuestro cuerpo no pesan lo mismo y que nuestro acompañante, en caso de haberlo, tendrá un peso distinto del nuestro, será conveniente voltear los colchones para evitar su deformación. Se debe dar la vuelta al colchón cada tres meses girándolo tanto de izquierda a derecha como de la cabeza a los pies.

 

- Utilice siempre una base adecuada, eso puede reducir la vida del colchón e invalidar los términos de la garantía.

 

- Cuidado con el uso del colchón; no se siente en los bordes del colchón y evite que los niños salten sobre él.

 

- No doble el colchón para guardarlo o transportarlo. Las asas son adecuadas para posicionar el colchón, no son para levantarlo.

- No quite la etiqueta, es necesario en caso de garantía.

El refuerzo de la memoria durante la noche ya había sido probado científicamente, pero ha sido una nueva investigación de la Universidad de Brown (EE UU) la que ha revelado que esta actividad cerebral se produce durante la fase del sueño de onda lenta y no durante la fase REM. 

 La investigación partió del análisis exhaustivo de la actividad cerebral nocturna de nueve participantes para establecer una medición de referencia. Durante la segunda etapa del experimento, los nueve tuvieron que aprender una secuencia concreta de golpes de dedos. A cuatro de ellos se les permitió dormir, mientras que a los otros seis se les mantuvo despiertos como grupo de control. Ambos sectores tuvieron que reproducir la secuencia horas después, resultando los participantes en vela menos habilidosos y precisos a la hora de ejecutarla. El análisis electromagnético concluyó que los cambios cerebrales se originaban en el área motora suplementaria de la corteza cerebral y que se producían durante la fase de onda lenta, una fase de sueño profundo que precede a la fase REM en la que las ondas cerebrales son amplias y el ritmo respiratorio muy lento. 

Por otra parte, el estudio llevado a cabo recientemente también demostró que no es posible recuperar el sueño perdido. Es decir, no es posible recuperar la deuda del sueño, lo que obviamente, daña nuestro cerebro y nuestra capacidad de retención de datos. De esta manera, aprovechamos para recordaros la importancia del sueño, y no sólo a nivel de memoria y aprendizaje, sino también en temas de salud y bienestar.

 

Dormir bien es un hábito que todas las personas deberíamos tener, ya que es clave para mantener una buena salud, tanto física como emocional. Una buena calidad del sueño nos ayuda a sentirnos renovados y también es clave para que el organismo lleve a cabo diferentes funciones; sin embargo, muchas personas no logran tener un buen sueño y suelen tener problemas a la hora de dormir. Este problema es bastante común hoy en día, ya que las múltiples tareas diarias y el uso de la tecnología han alterado el sueño de diferentes formas.

Comer bien no solo es importante para nuestra salud, también nos ayuda a dormir mejor. Y es que si te cuesta conciliar el sueño por las noches quizás sea porque no estás comiendo lo que deberías. Ahora vamos a repasar alimentos que son beneficiosos para tomar por las noches y al final os contamos una infusión relajante que te ayudará a dormir toda la noche del tirón.

ALMENDRAS. Las almendras contienen triptófano y magnesio, sustancias que ayudan a conciliar el sueño.

AVENA. Aunque a menudo se recomienda consumir la avena en el desayuno, también se puede consumir en otros momentos del día, incluyendo la tarde-noche. Este alimento es muy saludable para el sistema cardiovascular y podría ser beneficioso para las personas con diabetes.  Su consumo dos o tres horas antes de ir a dormir podría ayudar a relajar el cuerpo y conciliar el sueño, ya que estimula la producción de melatonina.

MIEL. Tomar un vaso de leche caliente con miel es algo muy típico cuando somos pequeños, sobre todo cuando estábamos enfermos. Y es que nuestras madres son muy sabias: la glucosa de la miel le indica al cerebro que debe disminuir la función de la orexina (sustancia relacionada con la vigilia).

PAN INTEGRAL. El pan integral posee las vitaminas B1 y B6 de los cereales integrales. Se puede combinar con miel para que ayude a que el triptofano viaje hasta el cerebro, donde se convierte en serotonina y mejora la calidad de sueño.

CEREZAS. Una de las mejores formar para conciliar el sueño y evitar interrupciones en medio de la noche es a través del consumo de melatonina. Las cerezas, al igual que la avena y las nueces, son una fuente natural de melatonina y pueden ayudar a mejorar los hábitos de sueño.

CHOCOLATE NEGRO. El chocolate negro puede consumirse tanto en el día como en la noche. Este delicioso alimento que tan bien nos cae puede ayudar a mejorar los hábitos de sueño, ya que estimula la producción de serotonina, hormona que relaja el cuerpo y la mente.

POLLO. El pollo es otro de los alimentos con contenidos del aminoácido triptófano. Para aumentar sus efectos, se recomienda consumir junto con una porción de pan integral, en horas de la tarde.

PLÁTANO. Ni os imagináis el poder que tiene este alimento para ayudarnos a dormir. Contiene nutrientes, magnesio y potasio (funcionan como relajantes musculares) y además estimula la producción de melatonina y serotonina. Es decir, tomar un plátano antes de dormir funciona como una pastilla para dormir.

PRODUCTOS LÁCTEOS. Tomar un vaso de leche caliente, un trozo de queso o un yogur un rato antes de dormir nos aporta triptófano que favorece la producción de serotonina y melatonina.

TÉ DE HIERBAS. La manzanilla, melisa, lavanda, pasiflora, etc. son hierbas que poseen propiedades relajantes que nos ayudarán a descansar mucho mejor.

Estos son los mejores alimentos para tomar en la cena. Recuerda que ésta nunca debe ser copiosa y no debemos comer justo antes de irnos a dormir, mínimo 2-3 horas antes, para que a nuestro organismo le dé tiempo de hacer la digestión.

Y como os adelantábamos al principio, os dejamos con una infusión que os ayudará a conciliar el sueño .Hablamos de una infusión de plátano y canela. El plátano ayuda a liberar serotonina, que calma la ansiedad y nos relaja; y por su parte, la canela actúa como un calmante natural. Su elaboración es fácil: pela un plátano y corta los estremos, hiérvelo en una cacerola con agua durante 10 minutos, después pasa el líquido resultante a un vaso y añade canela molida y un poco de miel ¡tómalo una hora antes de ir a dormir y notarás los resultados!

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