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Aunque se tratan de colchones de última generación y los materiales nada tienen que ver a los de antaño, los colchones de muelle ensacado ya los inventó James Marshall en el año 1900. Desde entonces ha sido un modelo sin competencia que se ha ido adaptando a los nuevos materiales y diseños gracias a las características tecnológicas que hicieron eliminar los dos problemas principales de los clásicos colchones de muelles, el ruido y la independencia de lechos.
Este tipo de muelle a diferencia de los muelles clásicos (de hilo continuo y biónico), es un muelle de acero templado en forma de barrilete, recubierto de un tejido fibroso y transpirable.
Los muelles ensacados que son de diferentes densidades, aportan una adaptación progresiva a cada zona del cuerpo independientemente de nuestra morfología, dando una mayor resistencia en la zona lumbar, y una mayor elasticidad en la zona de hombros y tobillos. La carcasa de muelles ensacados está rodeada por un refuerzo perimetral que aporta al colchón una mayor resistencia y durabilidad, evitando el hundimiento lateral y la inestabilidad.
Los muelles ensacados funcionan de manera individual:
*Permitiendo una mayor independencia de cada muelle.
*Reduciendo los puntos de presión.
*Ofreciendo una respuesta individualizada a los movimientos del cuerpo mientras duerme.
*Adaptándose al peso y constitución de cada persona.
*Eliminando ruidos.
Además aporta tres grandes beneficios a nuestro descanso:
*Mayor adaptabilidad. La estructura de los muelles responde de forma dinámica e independiente a diferentes pesos y formas.
*Más estabilidad, evitando la transmisión de movimientos de una zona de la cama a la otra.
*Mejor ventilación, el tejido interior facilita la circulación del aire, aportando un plus de transpiración.
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Cuando se llega a estaciones del año donde hay cambios de temperatura, ir a la cama se convierte en un suplicio. ¿Cuántas veces hemos pensado en las noches de verano, me gustaría que el colchón no se caliente como una estufa?, o ¿en invierno no parece que tu frigorífico está más calentito?
En los colchones de nueva generación este problema se ha solucionado con la tecnología Outlast®. Los colchones de la línea NUCOL de ERGOSTIL utilizan este sistema para que tu descanso sea perfecto. Pero, ¿en qué consiste este novedoso tejido?
¿Qué es la tecnología Outlast®?
La tecnología Outlast® es tecnología que regula activamente la temperatura y es el único material de cambio de fase (PCM, Phase Change Materials) que ha recibido el reconocimiento de "Certified Space Technology™". Los tejidos, fibras y laminados Outlast® forman parte de multitud de productos tecnológicos y de la vida diaria, como ropa de cama, calzado, prendas de interior y exterior o accesorios. Su incorporación al mercado del descanso es toda una novedad.
¿Cómo funciona la tecnología Outlast®?
La tecnología Outlast trabaja activamente y utiliza materiales de cambio de fase para absorber el calor corporal cuando este es elevado y liberarlo cuando se necesita. El hielo, por ejemplo, es un material de cambio de fase: cuando se derrite un hielo dentro de un vaso, absorbe calor y enfría la bebida. Los materiales de cambio de fase que emplea la tecnología Outlast® funcionan del mismo modo.
¿La tecnología Outlast® eleva o desciende la temperatura corporal?
La tecnología Outlast® trabaja activamente y cambia según la situación personal. Absorbe el calor corporal cuando este es elevado y lo libera cuando se tiene frío. La tecnología Outlast® contrarresta las variaciones de temperatura regulando el grado de calor y humedad, y reduciendo por tanto el exceso de calor (sudoración) y de frío.
¿Es cierto que Outlast ha estado en el espacio?
Sí. El sello "Certified Space Technology™" de la Fundación Espacial estadounidense da fe de ello. La tecnología Outlast® fue desarrollada inicialmente para la NASA y se utilizaba en guantes y otras prendas para contrarrestar las variaciones térmicas en el espacio y en altitudes extremas. Outlast estuvo recientemente en el espacio, ya que la astronauta japonesa Naoko Yamazuki llevó un jersey con tecnología Outlast®.
Si quieres que la temperatura de tu colchón no interfiera en tu sueño, ten en cuenta este material.
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Los beneficios que reporta el deporte en nuestra salud son ampliamente conocidos. El ejercicio físico mejora la función mental, la autonomía, la memoria, la rapidez, la imagen corporal y la sensación de bienestar, se produce una estabilidad en la personalidad caracterizada por el optimismo, la euforia y la flexibilidad mental. Disminuye los problemas cardiovasculares, previene el cáncer, la depresión y la ansiedad.
Si practicamos algún tipo de deporte, es imprescindible cuidar nuestras horas de sueño. Al exigir a nuestro cuerpo un esfuerzo durante el ejercicio, pueden aparecer cansancio y estrés si no descansamos correctamente, lo que podría favorecer a que tengamos una lesión cuando practiquemos deporte. Tenemos que tener en cuenta que los músculos se regeneran por la noche cuando dormimos, así si practicas un deporte más intenso, tendrás que dormir más horas que si haces un ejercicio más moderado.
Aumentar el número de horas de sueño en deportistas está asociado a un mejor rendimiento en cuanto a sprint, precisión, recuperación de fatiga y estado de ánimo.
Mantener una rutina del sueño, irse a dormir y levantarse a la misma hora, cenar ligero, una ducha caliente y no hacer ejercicio intenso antes de irse a dormir, son rutinas imprescindibles para cualquier deportista.
Dormir ayuda al sistema inmunológico a activar nuestras defensas ante una posible enfermedad, además se reducen el número de lesiones en deportistas al tener mayor energía después de un buen descanso.
Se puede decir que sueño y deporte se retroalimentan, ya que los deportistas concilian mejor el sueño que los no deportistas y para ser un buen deportista se tienen que respetar las horas de sueño para rendir mejor en tu disciplina.
Así que desde Ergostil te recomendamos que practiques tu deporte favorito como hábito para preparar un buen descanso y viceversa.
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Si alguien te pregunta ¿qué tal has dormido esta noche?, ¿qué contestarías? Pues el 70 % de los españoles dicen que han dormido poco y mal. Aunque actualmente disponemos de colchones de última tecnología que harían entrar en el reino de los sueños al más noctámbulo, parece que las estadísticas reflejan otra cosa, los españoles dormimos poco y mal. Esta es a la conclusión que llega el último informe sobre el descanso de los españoles elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Pero ¿cuáles son las causas de que los españoles no descansen lo suficiente? Los problemas laborales, el estrés y la ansiedad se llevan la palma, aunque también influyen otros aspectos como los ronquidos propios y de la pareja o los ruidos de los vecinos. En una noche podemos tener entre 40 y 60 "microdespertares"que no favorecen el sueño reparador. En la calidad del sueño también influyen los malos hábitos como no tener una hora regular de acostarse.
Una consecuencia es que un 46 % de los españoles sufre de somnolencia diurna, el porcentaje más alto en comparación con el resto de países europeos.
Una mala calidad del sueño puede repercutir en la salud y en la calidad de vida, así que no nos cansaremos de repetir hábitos que permitan una correcta higiene del sueño.
1. Evitar el consumo de estimulantes, alcohol, fumar o comidas copiosas antes de dormir.
2. Llevar una rutina relajante antes de dormir para facilitar el sueño.
3. Mantener un ambiente adecuado, reducir el ruido y la luz que entre en el dormitorio y evitar las temperaturas elevadas.
4. Evitar mirar la televisión, tablets o móviles en la habitación.
5. Si tienes problemas para conciliar el sueño, no te eches la siesta.
6. Practicar ejercicio físico moderado unas horas antes de ir a la cama es beneficioso, pero ten cuidado de no excederte porque puedes tener el efecto contrario.
7. Renovar tu equipo de descanso si tiene más de 10 años, si tiene algún defecto o simplemente no es el mejor que se adapta a ti. Actualmente la industria del colchón ha evolucionado tanto que puedes encontrar el colchón con las características técnicas pensadas para cada persona o situación.
8. De sobra está decir que si una buena higiene del sueño no mejora tu descanso, debes de ir a un especialista.
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¿Sufres de alergia? los ácaros que viven en tu colchón pueden ser la causa.
Lo que para muchos es la mejor y más bonita época del año gracias al colorido de las flores, a que se alargan los días y hay más luz solar que nos invita a interactuar con el entorno, para otros muchos, esta época se convierte en una verdadera pesadilla debido a la alergia.
Según la Sociedad Española de Alergología e inmunología Clínica, 1 de cada 5 españoles (unos 8 millones de personas) padece de algún tipo de alergia. La primavera y sus cambios bruscos de temperatura, aumenta considerablemente la presencia de polen y de los ácaros del polvo.
Los ácaros son una subclase de arácnidos compuesta por miles de especies. Los que pueblan nuestras casas tienen un tamaño entre 0.2 y 0.5 milímetros, lo que les hace invisibles al ojo humano y aunque de por sí, no son alergénicos, sus heces contienen una proteína que puede desencadenar reacciones alérgicas, asma, eczemas y rinitis alérgicas.
Precisamente los ácaros precisan de calor y humedad para aparecer en nuestro hogar, siendo la primavera y el otoño sus estaciones del año favoritas para hacer acto de presencia. El colchón es uno de sus lugares favoritos para anidar y se estima que en un solo colchón podemos encontrar unos 2 millones de ácaros.
¿Qué podemos hacer para tenerlos a raya?
Comprar un colchón de calidad con tratamientos antiácaros y fabricado con materiales hipoalergénicos es esencial para que estos microorganismos no nos molesten a la hora de dormir.
Los ácaros aprovechan que las sábanas están prensadas y que se ha concentrado un alto nivel de calor y humedad durante la noche en nuestra cama para florecer con gran fuerza y multiplicarse, así que lo recomendable es airear la cama no haciéndola inmediatamente después de levantarnos, sino que es mejor dejar pasar un tiempo para que la entrada de aire fresco y luz ayude a deshidratar y a eliminar permanentemente a estos seres. Otra cosa que podemos hacer contra este invasor es aspirar el colchón por lo menos una vez al mes.
Evitar la acumulación de polvo a igual que moquetas y alfombras en nuestra habitación también ayudará que el ambiente esté más limpio de sustancias alergénicas.
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Cuando decides comprar un equipo de descanso tienes que tener en cuenta los diferentes elementos que lo componen. El colchón y la base deben de ir en sintonía con tus preferencias a la hora de dormir.
La base aporta un 30% de firmeza al conjunto del equipo de descanso, mientras que el colchón aporta el 70% restante.
Lo recomendable es elegir primero el colchón y después la base, ya que dependerá del tipo de colchón que compremos, que nos decantemos por una estructura u otra. Que el colchón sea más o menos transpirable es un factor determinante a la hora de elegir la base, así los colchones de muelles ensacados son los que más transpiran y aceptan toda clase de bases, mientras los colchones viscoelásticos son los que necesitan un plus de aireación. La combinación menos recomendable sería un colchón de muelles ensacados con una base de láminas, ya que las hileras de muelles de las que están compuestos este tipo de colchones podrían quedar sobre los huecos que hay entre las láminas y como no encuentran el soporte adecuado se podría deformar el colchón.
Tipos de bases
Las tapibases son los soportes más básicos. Se trata de una estructura rígida que se apoya sobre 4 o 6 patas. Lo más destacable es que son perfectamente transpirables para favorecer la aireación del colchón, y además obtenemos una estética muy elegante para nuestro dormitorio.
Los canapés son la mejor solución si tienes problemas de espacio. Los puedes utilizar como un armario extra, ya que los canapés abatibles tienen un sistema de apertura fácil para poder disponer de tus cosas sin hacer ningún tipo de esfuerzo, eso sí, ten cuidado de no sobrecargarlo para no dañarlo. Existe mucha variedad de canapés, con base rígida, transpirable, de láminas, articulados.
El somier es la estructura más tradicional, está compuesto por un bastidor metálico, patas y láminas. Pueden ser de madera o de otros materiales como la fibra de carbono de Ergostil.
Que elijamos una base u otra dependerá de nuestras propias preferencias a la hora de dormir, si queremos dormir sobre una base más flexible lo aconsejable sería las bases de láminas de madera, ya que hacen que el colchón gane en adaptabilidad. Si preferimos una estructura más rígida, las tapibases aumentan la firmeza del equipo.
Elegir adecuadamente todos los elementos que forman nuestro equipo de descanso, hará que durmamos mejor a la vez que alargará la vida de nuestro colchón.